Una de las experiencias más solemnes y trascendentes de la vida del cristian@ es el llamado específico de Dios a hacer algo.
La historia de Israel y de la Iglesia nos presenta numerosos relatos de personas a quienes Dios llamó para cumplir una tarea especial. El llamado y las respuestas-dadas fueron tan diversos como los individuos que fueron llamados.
Algunos fueron llamados a ser líderes, otros fueron llamados a un servicio simple. Algunos huyeron, otros discutieron, y aún otros respondieron en obediencia inmediata. El elemento compartido por todos ellos fue la toma de una decisión.
A. "¿Quién soy yo?" Mientras que el llamado de Dios a una tarea especial se basa en la soberanía y la gracia de Dios, la voluntad e iniciativa humana también están presentes y activas.
El pasaje bíblico (
Éxodo 3,11-13)
nos enseña que al principio Moisés resistió el llamado de Dios en su vida. Su caso no es el único en las Escrituras. Otros dos ejemplos son Gedeón (Jueces 6,11-40) y Jeremías (Jeremías 1,1-12). Pero estos ejemplos muestran que, a pesar de la reserva humana. Dios puede transformar vidas. B. "¿Quién eres tú?" Como segunda reacción de Moisés, refleja una segunda pregunta fundamental para todo cristian@: "¿Quién es Dios?" Más específicamente la pregunta debe ser: "¿Realmente sé quién es el que me llamó o me llama?" Para Moisés y l@s cristian@s que buscan ser sincer@s consigo mism@s, esta pregunta contiene elementos de una fe sincera así como de duda humana.
Esta no es una pregunta de reflexión filosófica; es una pregunta respecto a una relación muy especial.
La experiencia del llamado de Dios puede traemos a una etapa crucial de reconocer quiénes somos nosotros y quién es Dios. BUSCA.
*Tomado de El Maestro. Edi. Vida (Cfr)
No hay comentarios:
Publicar un comentario